Lizarre

Un piso muy bien situado, con muchos metros, mucha luz natural y grandes vistas.

¿Cuál era el problema? Muy desactualizado y mal aprovechado, daba la impresión de necesitar una gran inversión en reformas para hacerlo deseable y habitable.

La solución: con un bonito suelo laminado y pintura blanca en todas las paredes, se logró aportar sensación de nuevo, amplio y luminoso. Un cuidado estilismo, con atención a los detalles, consiguió ese toque de modernidad que necesitaba para atraer a su público objetivo ideal. Además, un agradable balcón que se estaba usando como trastero, se desalojó de armarios y trastos y se hizo especial hincapié en vestirlo y amueblarlo para potenciar su uso para hacer vida en el exterior.

El resultado: vendido en menos de 1 mes, un 11,36% por encima del precio mínimo deseado por el propietario.